Por Encima de la Ciudad

Por Encima de la Ciudad
Marc Chagall

viernes, 28 de junio de 2013

Un beso.

Solo dos minutos, bastaron para encontrarnos
con una mirada que sin saberlo nos ató
a las cuerdas del cielo, a la unión de las nubes invernales.

Buscamos refugios
invisibles para nosotros, concretos en su realidad
en donde la lluvia no nos pudiese tocar.
Fue inutil, perdimos la partida
pero no el final.

Le regalaste abrazos y caricias
mientras imaginaba tus ojos.
Para sonreir sin razón aparente
y por un momento, silenciar mi vida.

Sorprendido quedó el tiempo
y los perros que junto a nosotros caminaban.
La historia no lo tenía contemplado
ni Borges escrito en sus cuentos.

Fue un beso.