Por Encima de la Ciudad

Por Encima de la Ciudad
Marc Chagall

miércoles, 18 de septiembre de 2013

¡ He de regresar !

Encontrándote en todas partes
¡ he de regresar !
cuando la trova se impregne en tu sonrisa
cuando la trova se funda en el silencio.

A tus brazos, a tus labios
a tu piel.

Revivir los instantes,
que la vida guardó en el velador
mientras , una y otra vez,
tu silueta corrompe mis libros,
y en cada espacio de mi habitación
te apareces con el polvo,
que dejó el tiempo.

A tus brazos, a tus labios.
 
Sobre la ciudad van cayendo los latidos
de los astros que en antaño fueron Dioses
y que ahora, danzan con el viento
despreocupándose del mundo
porque de ese mismo mundo,
hemos vuelto a ser los dueños.

A tus brazos
¡ He de regresar !
a vivir, a soñar, a reir.

A ti.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Nuestra vida, ha terminado.

Cuando una de mis letras lo toquen:
las libélulas ya no volarán más
y las gotas de lluvia,
dejarán de sentir el asfalto.
Los caballos de la noche se demorarán
sin estrellas; sin tus estrellas.
Con el hielo macabro de la muerte
asomado entre mis muslos.

Cuando una de mis letras lo toquen:
he de arrepentirme de nacer, he de arrepentirme de ti
golpearé paredes, invocaré al invierno
soñaré con negras albas
desangrando las golondrinas
que nacientes, vimos algunas vez volar.

Cuando una de mis letras lo toquen:
olvidaré a la vida y su manto nostálgico
las lágrimas se secarán en la pupila
los monstruos serán amigables perros.
Aquellos pasajes, se quemarán con mis gestos
con el pecho oprimido
y con el mismo viento;
volveré al cementerio.


jueves, 5 de septiembre de 2013

No nuevamente.

Con las cartas sobre la mesa
nos despedimos, mostrándonos el pecho:
con la nostalgia por el cielo
con los sueños derrumbados
con los ojos estrujados
y la vida; con la vida ya perdida.

Vi caducar los hasta luego
y como nos apagaban las sonrisas.
La muerte entregó su hiel
a las manzanas ya podridas
si partidas, no comidas
y la vida, con la vida ya perdida.

Tramité los relámpagos de invierno
para tener compañía en las noches de verano
Era un extranjero en mi propia casa
ya carente del hartazgo de la plazoleta
que daba hacia mi ventana.
Y la vida, con la vida ya perdida.

Las sábanas se rodearon de cal
mientras hacian el amor con la noche.
Con el horizonte en los ojos
y mi gato en el hombro
aprieto fuerte a la vida mientras se eriza
en mi palma tratando de perderse nuevamente.


lunes, 26 de agosto de 2013

Vate Intelectual.

Vate de cabellera asepiada
hombre raro, distinto, con toque de normalidad.
De relucientes y prístinos dientes
que con cloro se han de fregar.

Historias de amorios interminables
que duran lo que dura el vivir
que duran lo que dura la inmortalidad.
Fotografías que nunca se han de sacar
de su lugar, del estante matriarcal.
Noches con sueños; y pesadillas inconclusas
perecibles al sonar del despertador.

De horizontes que se estrechan con el tiempo
con mañanas imperceptibles e inholoras
por el fausto superfluo del destartalado hogar.
No apagues las luces, no cierres las puertas
deja que el viento recorra el lugar
libre y manso, adueñándose de lo que queda.

Vate de ojos caidos
historiador y poeta, un anciano anticuado
amante del cuento distinto,
del puerto diluvial,
de la calada y lluvial locura
de un añoso mundo intelectual.

martes, 20 de agosto de 2013

Ya se fueron.

La sombra de los pasos que voy dando
ya inocentes de la añeja nequicia
se distancian de los valsecitos
escritos en las esquinas mojadas
por leche y gotas de lluvia.

Ya no se toman
los gatos ya se fueron.

Las calles están cerradas
las raíces tapadas por asfalto
las bocinas se apoderan del silencio
la ciudad está siendo devorada
por malditos gigantes de cemento.

Ya no hay luz
Gaia se fue.

Las pinturas se quebrajan
se dividen en colores
las sonrisas se tapan con la tierra
los juguetes en pequeños ataudes.

Ya no hay sueños
los niños ya se fueron.

Sigo frente al paso de cebra
queda poco para cambiar a verde
mis pasos están desapareciendo
de donde mi vida y yo,
seguimos siendo.

Ya no hay nada
decidí quedarme.

miércoles, 14 de agosto de 2013

En un café.

En tardes de desencuentros, de plazas desocupadas
de tardias fotocopias y avisos releidos.
Luego de clásicas canciones
de dinero malgastado y malos augurios.
De platos rotos y mesas rasgadas
quedaron los libros, con su excitante aroma.
Luego de mañanas frias y tardes tristes
de noches melancólicas, de morriña casual.
Dalí, Goya y Velázquez
de aulas, teatros y museos.
Cines, librerías, bares y bibliotecas
de paseos por el plan.

Sin buscarte, te vi
quizás te pensaba o solo fue el azar;
en un café.









domingo, 11 de agosto de 2013

Entre los dos.

Cuéntame una historia, de lunas y alegrías
esas que escuchábamos de Serrano, Filio y García.
Que nos amarraban la piel
y la soltaban al día siguiente.

No quiero lamentarme, ni tampoco alegrarme
de esta vida sin jugo, exprimida a no más dar,
con la palma del trabajo y el yugo explotador
de una mente que de amor no conoció.
 
Entrégame una frase
una décima de colores,
que tengan la tintura de un París encendido,
por sonrisas, más que por luces callejeras contaminantes.

Quiero escuchar tus acordes, esos acordes caleidoscópicos
cambiantes al son del diurno pestañeo, que suban al cabello
y se queden impregnados en las calcetas de algodón
cosidas por la abuela de un triste cantautor.

Dime si estoy equivocado, si estoy listo pa' escapar,
abre la ventana para ver y tirarme al mar.

El mayo con su niebla y la luna extraña,
transformando al grillo en canta'or y al perro en baila'or,
mientras yo me inspiro.
En una historia digna de un simple escritor
que habla y sueña en blanco y negro,
una vida; entre los dos.

viernes, 9 de agosto de 2013

La revolución de la Luz.

Luciérnagas deambulantes de un cielo decadente
armando revolución contra los astros
el absolutismo de la divina luna
tambalea, sucumbida por la conjunción de las chispas.

Preparando el hurto del negro manto
se condimentan las diminutas ideas
ordenan las piezas y arman el puzzle
de las horas más importantes de su vida.

Caminan hacia el norte, rotando hacia el seis
despiertan en el cuatro y se duermen en el diez
echando vuelo a eso de las cuatro toman su break
para que a las dos y media empiecen a almorzar
terminando lo antes posible para tomar el tren.

Las alitas van buscando su lugar
anidando dentro del cosmos feudal
tratando de vengar la tortura del sol
muerto por la blanca fraticida.

Recuperar la libertad y el calor
los sueños de niños despiertos
la serenidad del mar y las rocas
mediante la revolución de la luz.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Las fotos.

Vociferé risas cuando me llenaron de besos las mejillas
era hermoso y algo tierno, o eso me decian
llevaba conmigo algunos rulos, que jugaban con el viento.
Tenía cartas, tazos y muchos juguetes: robots, superhéroes, animales y soldados -malditos soldados-
no podía aburrirme, era imposible
no me preocupaba ¿qué era preocuparse?.

Esperaba la lluvia, para ver los ventanales empapados
¿te acuerdas?, yo escribia mi nombre, y el de mi mamá.
Esperaba navidad, era rica la comida al cenar, solo ese día cenaba
era especial, por eso cenábamos ¿por qué más?.
¡Ah! por lo regalos -nunca me importaron-.

No había turgencia en las niñas -¿en qué pensaba?-
vendía mis juguetes, a cambio de dinero de mentira
fui pastelero, locutor de radio, músico, dibujante y fotógrafo.
mas, quería ser profesor.

No me daba vergüenza disfrazarme y salir asi a la calle
pero claro, tenía miedo de los payasos.
La tele era mi amiga cuando hacia frio
conversábamos de dibujos animados -nunca habló-
y la radio, la radio me cantaba, cantaba las canciones de papá.
Te recuerdo Amanda y Playa Girón sonaban siempre -eran buenas-.

La luna, la hermosa luna. Y sus compañeras, las estrellas
¿la luna?, ella me perseguia y siempre, siempre, me observó -cuidó-.
Rompí floreros, y lloré. Me enfermé, y lloré. Me caí, y lloré
Me retaron por desobediente, y lloré.
Mi mamá me amaba, y lloré.
Fui feliz, y lloré.

Lloro, y soy feliz.
Mañana sigo viendo las fotos.








martes, 6 de agosto de 2013

Soñé contigo.

Entre sábanas caóticas que apretaban la sien
nos encontramos, tus ojos y los mios, mi boca y la tuya;
los sueños se asustaron de la realidad, sueños que hace poco;
le habian botado la reina a la vida, le habian escupido los zapatos a la muerte.

Escondidos de la nada, de la nada soy el maestro
el maestro de idiotas juglares que de risas poco sabian.

Las manzanas cayeron, golpearon al otoño
vendavales cubiertos de aserrín, rasgaron las almas
quemaron las guitarras, las cuerdas se salvaron
y la ausencia, la ausencia decía presente.
Qué terrible: la vida
Qué hermoso: la vida.

No nos preocupó el reloj, ni la lluvia, ni la luna
los diarios golpearon la puerta, la brisa los ventanales
los pasos de los duendes se hicieron comunes
mientras el cielo cómplice, jugaba brisca con el sol.
 
Incómodo, con dolor en la espalda, despierto;
impertérrito ante la vida y ante Cronos
con un libro de Lihn en la mano.

Te veo, y me miras
sonries, y sonrio.
Qué terrible: fue un sueño
Qué hermoso: soñé contigo.







viernes, 2 de agosto de 2013

Muerte.

Recogiendo los vasos manchados con vino
me encontré con la muerte
me encontré con la muerte.

Nos miramos fijamente cuando la cólera le atacaba la retina
ojos negros y profundos, perdidos en la nada
parecidos a los de mi madre, muerta, muerta, muerta
me encontré con la muerte.

La noche tartamudeaba, el viento la complacía
con caricias frias y fúnebres, pero caricias de amor, y muerte.

Me preguntó por la vida, por mañanas, tardes y sombras
el tanato azaroso, temerario e insolente
el serafín de negro con sonrisa fulgurante
el hombre que en antaño fue feliz
me encontré con la muerte.
me encontré con la muerte.

Preparé el pecho ante el hastío de tanto circunloquio
las ventanas quedaron abiertas, el teatro se vació
las corbatas viejas, las camisas nuevas
mientras la brisa helaba los perros ladraban furiosos
rabiosos de caricias mal hechas y abandonos
de paisajes destruidos, de ciudades olvidadas.

Derramé sangre, nacieron golondrinas
la madre del óbito devoró el hambre y el sueño
lamió las heridas y acrecentó el dolor
ayer me encontré con la muerte
ayer me encontré con la muerte.

Aunque me quites el nacer
y me lleves a pasear por el tártaro
he de disfrutarte
oh ! muerte, solo te vivo una vez en la vida.


jueves, 25 de julio de 2013

Solo con una imagen.

Voy pescando mañanas nubladas
desde inhóspitas nubes manchadas de gris.
Camino por pasillos de asfalto quebrajado
donde las raices quieren echar a andar.

El pasado se esconde detrás de los cuadros
mientras el otoño pacta una tregua con el viento.

Las pasiones se destilaron
se tiñeron de oscuros colores.
El destino me hundió
como tal hembra casquivana
en las postrimerías de Sísifo.

Me reflejé en los espejos del abuelo
con sueños descalzos y manchados.
Fuimos decadentes en un mundo ficticio
creado por infantes, poetas y algunos novelistas.

Solo me quedaba una carta de Poseidón
"Me debes tres meses de arriendo, muchacho", me decía.
Hoy se cumplía el plazo, debía desalojar.

Solo me quedé con una imagen;
la de la marea.
Llevándose mi vida, mis cosas
y mi castillo de arena.





viernes, 28 de junio de 2013

Un beso.

Solo dos minutos, bastaron para encontrarnos
con una mirada que sin saberlo nos ató
a las cuerdas del cielo, a la unión de las nubes invernales.

Buscamos refugios
invisibles para nosotros, concretos en su realidad
en donde la lluvia no nos pudiese tocar.
Fue inutil, perdimos la partida
pero no el final.

Le regalaste abrazos y caricias
mientras imaginaba tus ojos.
Para sonreir sin razón aparente
y por un momento, silenciar mi vida.

Sorprendido quedó el tiempo
y los perros que junto a nosotros caminaban.
La historia no lo tenía contemplado
ni Borges escrito en sus cuentos.

Fue un beso.



martes, 4 de junio de 2013

Déjeme en el sur.

Nací de las migajas del mundo
frente a roquerios y gatos callejeros
entre mitos e historia de burdeles
donde la vida me invitaba a bailar.

Con los pies bañados en barro
pinté pasillos y recovecos
me llené de temores y ansias
que la lluvia me ayudó a limpiar.

Donde pajarillos son bemoles
de los tangos de Discépolo
y los cables partituras
de una canción de Yupanqui.
Aprendí a crecer en dictaduras
entre exilios y matanzas
aprendí a limpiar estrellas,
aprendí que largo es el olvido.

Cuerdo o realmente loco
junto a ladrones de ambiciones y poder
no me interesa perder el norte
porque en el sur me quedo yo.




viernes, 31 de mayo de 2013

¿Qué te hemos hecho Valparaíso?

Leyendo portales en internet, me reencontré con una noticia que no deja de ser importante- en ningún aspecto- para la gente de Valparaíso. El cese del funcionamiento de la libería Ivens, ubicada en la plaza Anibal Pinto.

La famosa y tradicional librería porteña, compañera de la fuente de Neptuno- diseñada en Francia por V. Dubray en 1856- cierra sus puertas. Con 111 años a cuesta, deja en el puerto y en su plaza, una historia que poco a poco se dispersa con mayor fuerza.
Valparaíso, ciudad de vagabundos, inventada por colores y enarbolada por peldaños imaginarios.

Piedra por recuerdos.

Hace algunos años, desde los cerros de la ciudad, se podían divisar sin ninguna dificultad la gran mayoría de los naves y barcos, que iban y venian al puerto, dibujando contornos en el manto del pacífico.
Hoy -desde esos mismos puntos- difícilmente se puede divisar el mar. Las masas de cemento se han tomado los cerros, la explosión inmobiliaria se ha adueñado de los distintos rincones de la ciudad.
¿Qué se puede hacer?. Lamentablemente casi nada.

Hace algunos años, Valparaíso comenzó a identificarse como un buen lugar en donde plasmar gigantes de piedra y asfalto, todo esto, bajo el disgusto y disconformidad de los habitantes del puerto, que veian frente a sus narices, la destrucción de su visual oceánica, la pérdida del sol. Los recuerdos barriales, haciéndose
piedra.

La Memoria.

Valparaíso se caracteriza y toma distintos matices dependiendo su ubicación, en este caso las plazas: Parque Italia, Plaza Victoria, Plaza O'higgins y Plaza Echaurren.
Sitios totalmente reconocidos por todos los habitantes del puerto principal, hogar de cientos de palomas y perros callejeros.
Me detendré en el deterioro de una imagen que seguramente pasa desapercibida por la gran parte de ciudadanos comunes y corrientes que visitan la ciudad puerto.
El "negro" Farias, famoso cantor popular, reconocido por ser el primero en registrar "La joya del pacífico" el clásico vals porteño de Víctor Acosta.
Conocido en los bares porteños, se ganó el apodo del "cantor más popular de Valparaíso". El "ruiseñor de los cerros porteños", el amante de la bohemia, calló su voz el 2007, a los 62 años.
Jorge Farías es homenajeado con una estatua ubicada en la Plaza Echaurren, conocida por todo porteño. Lamentablemente, se le ha visto totalmente rasgada, con clavos impregnados en sus orejas e incluso, manco.

¿Dónde queda la memoria?. ¿Qué hacemos nosotros por recuperar lo perdido y mantener lo establecido?. No encuentro respuesta.

Lo clásico.

Si tocamos el tema de lo clásico, tenemos que simplemente preguntarle a un turista, ¿qué es lo que quiere conocer?, seguramente nombrará muchos sitios y elementos, entre ellos, los ascensores.

Los ascensores además de ser un símbolo intrínseco de Valparaíso, son parte del Patrimonio de la Humanidad (UNESCO). Estos ascensores (30) fueron construidos entre 1883 y 1992, siendo actualmente, una cantidad reducida los que se encuentran en funcionamiento, ya sea por problemas técnicos o simplemente no existe un real cuidado o preocupación hacia su funcionamiento.
Las maquinarias que hacen funcionar a estos transportes, fueron traidas desde Alemania y el Reino Unido en el siglo XIX, lamentablemente tendrán que ser reemplazadas por nuevas, para que el funcionamiento pueda ser el mejor.  
"Para la gente es un medio de transporte pero también asocian su identidad: cada uno de los que nació aquí en un barrio tiene un ascensor.” dice Camilo Vargas, conocido como el “hombre ascensor”.

Manos a la obra.

Se podría decir que Valparaíso es una ciudad como cualquiera otra, ya que tiene una historia que contar.
Sin embargo, Valparaíso no fue ideada por conquistadores, no siguió planos urbanos, no se hizo a semejanza de ninguna otra. Valparaíso es un mundo de encrucijadas e imaginarios, una amalgama de experiencias y recuerdos.
Podría nombrar infinitos elementos -buenos y malos- constitutivos de la ciudad, pero no tendría cabida en ninguna columna o simplemente dejaría muchos elementos fuera.
Aunque el cuestionamiento debiese ser otro, dejo hecha la pregunta. ¿Qué te hemos hecho Valparaíso?

"Pero este puerto amarra como el hambre, no se puede vivir sin conocerlo". Espero no defraudar al "Gitano".

viernes, 26 de abril de 2013

Amor a primera vista.

Ambos están convencidos
de que los ha unido un sentimiento repentino.
Es hermosa esa seguridad,
pero la inseguridad es más hermosa.

Imaginan que como antes no se conocían
no había sucedido nada entre ellos.
Pero ¿qué decir de las calles, las escaleras, los pasillos
en los que hace tiempo podrían haberse cruzado?

Me gustaría preguntarles
si no recuerdan
—quizá un encuentro frente a frente
alguna vez en una puerta giratoria,
o algún «lo siento»
o el sonido de «se ha equivocado» en el teléfono—,
pero conozco su respuesta.
No recuerdan.

Se sorprenderían
de saber que ya hace mucho tiempo
que la casualidad juega con ellos,

una casualidad no del todo preparada
para convertirse en su destino,
que los acercaba y alejaba,
que se interponía en su camino
y que conteniendo la risa
se apartaba a un lado.

Hubo signos, señales,
pero qué hacer si no eran comprensibles.
¿No habrá revoloteado
una hoja de un hombro a otro
hace tres años
o incluso el último martes?
Hubo algo perdido y encontrado.
Quién sabe si alguna pelota
en los matorrales de la infancia.

Hubo picaportes y timbres
en los que un tacto
se sobrepuso a otro tacto.
Maletas, una junto a otra, en una consigna.
Quizá una cierta noche el mismo sueño
desaparecido inmediatamente después de despertar.

Todo principio
no es más que una continuación,
y el libro de los acontecimientos
se encuentra siempre abierto a la mitad.

W. S.

jueves, 4 de abril de 2013

Un paseo por Valparaíso.

Vengo de un cerro, uno de los tantos cerros de esta ciudad.
Dicen que son 42, yo creo que son muchos más, deben estar escondidos entre las nubes o bajo el mar.
En esta ciudad se corre calle abajo y se sube saltándose los peldaños de sus escaleras infinitas, al final no sé si son subidas o bajadas.
Todos los días me encuentro con un perro nuevo, al cual difícilmente volveré a ver.
Sigo caminando y me encuentro con gatos temerarios y choros, que duermen sobre los techos y se encaraman en las ventanas como los mejores trapecistas de un circo ruso o chino.
Estoy inserto en un mar de mitos y leyendas, me toca convivir con un Cristo que resiste terremotos, con una piedra que llama a la desgracia, con un hombre que le ganó la partida al diablo y con un francés que mataba al patrón para defender al obrero.
Yo soy choro del puerto, compro pan batido, uso salida de cancha, bajo al plan, juego al macha patá, abro el tollo, ando con la caña, como papapleto, me sacan los choros del canasto, me pongo la capa y calo por loreo.
Voy al Cinzano, compro libros en la Ivens, el Motemei me saluda en la calle, las plazas y sus leones, O'higgins, Victoria, Anibal Pinto, Echaurren y el parque Italia son mi descanso cuando ando a pata, Sotomayor cuida a Prat, el tiburón de Portales me asustaba cuando cabro chico, corro pa' buscar el volantín mientras grito "se jueeee", mientras tiendo la ropa miro como llega La Esmeralda y como se mueven los pequeños barquitos en la bahia, paso por el Atkinson, el Gervasoni y el Yugoslavo, me subo a los ascensores, recorro el puerto en el trole, estudio en la UPLA, amo el olor de la caleta el Membrillo, Las Torpederas me acompaña cada verano, quemamos al Judas, huelo a frituras, a pescao' y a meao', compro en el mercado, voy a la feria de las pulgas
Termino de escribir esto y me siento al lado del "negro" Farías a conversar de como amarra este puerto, de como se extraña al Gitano, del partido del Decano; el equipo más grande de Chile y de como seguiremos amando Valparaíso.
 

sábado, 30 de marzo de 2013

"Colón murió convencido de haber llegado a Asia, a Cipango y a Mago, de haberse aproximado a Catay y descubierto las Indias por la espalda. El error de brújula de Colón y su resistencia a romper los esquemas de la simetría trina, pensar que podía haber un cuarto mundo, crearon el primer problema de identidad. Reconocidas las nuevas tierras como Indias, los conquistadores que siguieron al navegante obligaron a los naturales a llamarse indios. Así dejaron de ser abipón, aimará, apache, araucano, auca, azteca, bayá, botocudo, ciaguá, calchaquí, calchín, calpul, caluma, camahua, canaco, caracará, caracas, carajá, carapachay, carapacho, cariaco, caribe, cario, cataubas, cayapa, cayapo, cayeté, chaima, charca, charrúa, chibcha, chichimeco, chontal, chuchumeco, chuncho, cocama, comenche, coronda, gandul, guaraní, iroqués, mapuche, maya, omagua, orejón, párparo, patagón, payagua, puelche, quechua, querando, quiché, quichuá, siux, taino, tamanaco, tapuya, tolteca, tupi o yumbo. Asi perdieron su identidad cultural y tribal, identificándose con el bárbaro: mismo nombre, mismo rostro, misma barbarie.
Porque los indios nunca han existido en América si no es en la imaginación del europeo. La identidad del indio no es otra cosa que una imagen impuesta. Ni un nombre racial ni tribal; simplemente la designación del vencido."

"Los cien nombres de América: eso que descubrió Colón". Miguel Rojas Mix.

viernes, 8 de marzo de 2013

Simplicidad.

Voy buscando, tratando de encontrar
los suspiros que dejé botados
las sonrisas y alegrías
que el viento y la tierra enterraron en el mar.

Hablo con los perros y no me dan señales
de los pedazos de vida que me han de faltar.
Trato de preguntarle a los gatos
pero demasiado ocupados están con las palomas
morosas arrendatarias de sus ventanales.

Subo escaleras, recorro peldaños, miro hacia el cielo
encuentro la huida de los pasajes sin salida
los pasadizos subterráneos que me llevan hacia China
converso con Neruda en La Sebastiana
bajo por Ferrari y sigo con mi ausencia.

¿Dónde lo dejé? me he de preguntar.
Ese vademécum literario, pasaporte nimbar
creador histórico de respuestas
donde Chagall y Rimbaud
escribieron sus por qués.

De vuelta a mi casa
te veo en un sillón.
Leyendo aquel libro de sueños
mientras cuentas mis suspiros
hilas mis sonrisas
y pegas mis sueños en papel.

Anonadado reviso mis bolsillos,
encontrando tu vida.