Por Encima de la Ciudad

Por Encima de la Ciudad
Marc Chagall

lunes, 5 de diciembre de 2011

Otra noche más.

Lamento el cantar tardío del grillo saltarín, situación extrañable en la hora de dormir. Los duendes de traje verde se enconden en los recovecos de mi habitación, con la puerta cerrada todo queda entre nosotros.
Entreabro mis ojos, no logro ver nada, oscuridad tranquilizadora, poderosa, omnipotente, noble en su contexto.
Comienzan a conversar, no logro entender, me levanto y no muevo párpado alguno, su presencia basta para llegar a su lado.
Más tarde, una mano pequeña se hace sentir en mi hombro, me estremece, sin embargo, no me asusta, al contrario, me alegra.
Transcurren segundos, minutos, quizás horas, no lo sé.
Me despido de los duendes, para poder despertar y en la siguiente noche, en el siguiente letargo, poder volver a compartir mis alegrías, junto con el canto del grillo saltarín de mis sueños.

No hay comentarios:

Publicar un comentario